El término producción tiene diferentes aplicaciones, unas más restrictivas que otras. En este caso utilizaremos el concepto en un sentido amplio, como una de las funciones necesarias en toda empresa u organización que realice una actividad económico-social, sin importar si se trata de una empresa de producción o de servicios.
 
 
El objeto de la función de producción son las operaciones físicas que se precisan realizar para la transformación de los materiales en productos o para la realización de un servicio. Éstas existen siempre, tanto si se trata de una fábrica, como de un supermercado o de un Ayuntamiento.
 
La gestión de la producción o de las operaciones, como también puede denominarse, se orienta a la utilización más económica de unos medios (máquinas, espacios, instalaciones o recursos de cualquier tipo) por unos empleados u operarios, con la finalidad de la transformación de unos materiales en productos o la realización de unos servicios. Se trata el conjunto de decisiones de dirección, se orienta siempre a conseguir la mayor eficacia y/o eficiencia del sistema.
 
A un nivel de detalle mayor, en la gestión de la producción destacan una serie de subsistemas de gestión, esto son:
 
Subsistema de Planificación: abarca la planificación de la capacidad, previsión de ventas, plan de producción, gestión de materiales, ordenación de la producción y programación de la producción.
 
Subsistema Operativo y de Control: constituido por el conjunto de operaciones de ejecución de la producción, desde la entrada de materias primas de los proveedores hasta la salida de los productos finales a los clientes. Control de producción y de stocks.
 
Subsistema Financiero: Las operaciones de ejecución de la producción dan lugar a imputaciones de costes y compromisos financieros que es preciso conocer con precisión.