El pasado día 29 de marzo, dimos inicio a los almuerzos de RACI (Red Andaluza de Consultores Independientes, de la que formamos parte) con un ponente destacado, como Juan Martínez Barea, Secretario General de Innovación de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa.

 
Juan, con experiencia en consultoría y con una gran conocimiento de la realidad empresarial andaluza y de la administración nos habló del papel de los consultores en la red andaluza del conocimiento.
 
Muy cercano y con gran dominio de la realidad empresarial, para todos los asistentes fue un placer poder compartir este rato con él.
 
Un dato muy importante que aportó es que las empresas líderes, consumen mucha consultoría, citando casos como Telefónica o Cosentino. Las empresas de consultoría aportan mucho valor a la innovación y a la mejora empresarial en general, y el indicador de consumo de sus servicios es un indicador de excelencia. Son líderes porque consumen consultoría, o consumen consultoría porque son líderes. Las dos cosas están sucediendo.
 
No es fácil tener dentro de las propias empresas el conocimiento y la experiencia que aportan las empresas de consultoría externas y además, las empresas tienen que centrarse en sus actividades principales, su “core business”, y los consultores pueden aportar otras patas fundamentales del negocio, con calidad y flexibilidad.
 
No pasa lo mismo en muchas PYMEs, el 98% de las empresas andaluzas, donde insistía en que es difícil vencer la resistencia del empresario a comprar un servicio que no es tangible, y que tiene que generar confianza. Esa es la batalla, conseguir que el empresario valore estos servicios y les saque todo el resultado posible, porque un buen proyecto de consultoría es sinónimo de mejora con resultados concretos.
 
El Secretario de Innovación, nos animaba a reclamar el papel que tenemos que jugar en la red andaluza del conocimiento, a la interacción con las diversas entidades como Centros Tecnológicos, Cluster, Parques Científicos y Tecnológicos, Escuelas de Negocio, organismos de fomento y desarrollo económico  y con la propia administración. Estas entidades pueden actuar como tractoras de las empresas, y por ende, estas empresas tendrán que contratar servicios de consultoría para cumplir todos los objetivos marcados en las áreas de planificación estratégica, comercial y marketing, comunicación, operaciones, finanzas y en general en todas las áreas relevantes de la empresa.
 
Nos insistía en que en los próximos diez años, Andalucía se la juega, y que de lo que seamos en el 2020, de que estemos en la cabeza o en la cola de las regiones relevantes, seremos responsables todos, jugando RACI y los consultores un papel fundamental.
 
En este punto daba un nuevo paso, e introducía dos aspectos fundamentales; por un lado, hacen falta empresas de consultoría de calidad, y por otro especialización. Las empresas de consultoría, basadas en el conocimiento, se pueden defender mejor de la crisis, pero aquellas que no den un servicio de calidad y que aporten valor, acabarán desapareciendo. Le interesó mucho el objetivo de RACI de promover una certificación de consultores, que garantice a los asociados unos niveles adecuados de cualificación, experiencia y resultados. Este sistema estará en funcionamiento a mitad de año, y con él RACI certificará la calidad de los consultores andaluces.
 
En cuanto a la especialización la veía en dos aspectos. Primero, como región, que a veces damos una imagen de no poder focalizar los esfuerzos al tener demasiados cluster que apoyar, y luego como consultores, buscar la especialización y la excelencia en nuestros servicios.
 
Finalmente, varios de los asociados, le hicieron mención de que en nuestra comunidad hay empresas de consultoría de primer nivel, y que es importante que desde la administración y desde la contratación pública que se hace, que se defienda las empresas locales, que por otra parte, nos estamos defendiendo sin problemas tanto en el resto de España como en el mercado internacional. Con este punto estaba absolutamente de acuerdo.
 
Muchas gracias a Juan Martínez Barea por su tiempo.
 
Alberto Pascual Hernández
Socio Director de IMP Consultores