Fuente: Junta de Castilla La Mancha

El sector sanitario es uno de los principales sectores productivos de la economía española. El sector público representa más de un 5% del PIB y emplea a más de un millón de personas. La esperanza de vida de los españoles es la más alta de Europa, los resultados clínicos está al nivel de los países más avanzados (mismas tasas de supervivencia al cáncer que en Suecia, Francia o Alemania). Además, es referente internacional por su universalidad y nivel de acceso en comparación con otros muchos países desarrollados. El sector sanitario en España está apostando fuerte por la Calidad y los modelos de excelencia. AENOR, con una gran experiencia acumulada en este sector en cuanto a la certificación en Calidad y excelencia, cuenta con más de 80 certificados en el sector sanitario según el Modelo EFQM, entre los que se encuentran Gerencias de Atención Primaria, centros de salud, hospitales, tanto públicos como privados, y clínicas. Muchas de las organizaciones han empezando por la certificación en sellos 200+, validando sus tres acciones de mejora y su autoevaluación, mientras que otras han ido directamente a sellos más altos, hasta llegar a alcanzar el nivel máximo de 500+.

 
Para aquellas organizaciones del sector sanitario que quieren avanzar hacia modelos de excelencia, pueden optar por el modelo EFQM. Este modelo puede considerarse como una herramienta de mejora continua dentro de la organización, realizando una evaluación global de todas las áreas de la empresa.
 
Acciones de mejora y Benchmarking
El modelo promueve la identificación de soluciones innovadoras y consigue involucrar a toda la organización en la identificación y puesta en marcha de acciones de mejora.
Las mejoras deben tener una relevancia importante en los diferentes grupos de interés. Por ejemplo, si se mejoran los resultados clínicos, reduciendo la variabilidad en las prácticas y dando mayor transparencia al desempeño tanto a nivel de los proveedores (hospitales…) como a nivel de profesionales (médicos), se dará más transparencia, y esto contribuirá a la mejora de la Calidad y también de la eficiencia. Algunos países, como Suecia o Dinamarca, han elaborado sistemas de información a nivel nacional que permiten observar los resultados sanitarios a nivel de centro e incluso de médico, lo que ha demostrado tener un impacto muy relevante en la satisfacción de los pacientes.
 
Para que una organización de este sector avance por el camino de la mejora continua, tiene que mirar en su entorno y no solamente ver qué hacen otras entidades en cuanto a innovación y mejora, sino compararse y ver en qué ranking están respecto otros competidores u otras entidades en otras comunidades autónomas.
 
Para saber que se está mejorando es necesario avanzar y asegurar que se elabora un informe comparativo entre diferentes centros que:
  • Sea suficientemente específico (a nivel hospital y, si es posible, de servicio clínico o profesional) y periódico para que los gestores sanitarios puedan identificar oportunidades de mejora casi “en tiempo real”.
  • Tenga una visión global de toda la gestión, teniendo en cuenta al sector público y privado en todos los indicadores.
  •  Vea el seguimiento que se hace de los objetivos identificados en el plan estratégico de la organización.
  • Tenga una fuerte orientación al cliente, usuario final, que debe ser el que sea capaz de percibir la Calidad que se le está ofreciendo. Para ello hay muchos indicadores que resaltan la transmisión de valor que hay hacia el paciente y como año a año, algunas organizaciones van dando grandes avances, en cuanto a la mejora de la prestación del servicio.
 
Algunas comunidades Autónomas han avanzado más en actuaciones de benchmarking, y comparan en distintas dimensiones los resultados de sus centros de atención, tanto hospitalaria como primaria, trazándolos, en ocasiones, a sistemas de objetivos e incentivos para proveedores y profesionales. La implantación de estos sistemas ha tenido un impacto importante a la hora de mejorar los resultados y, especialmente, a la hora de reducir la variabilidad en las prácticas clínicas, lo que beneficia de forma muy importante a los pacientes y al sistema en general.
 
El modelo EFQM como herramienta de mejora en el sistema de gestión sanitario ha provocado que se incrementen las mejoras en la actuación de los diferentes centros donde se ha implantado.

Fuente: AENOR

Ramón Palacios
Gerente de Calidad Avanzada  AENOR