La innovación en la UE necesita mejoras sustanciales en muchos campos si queremos que la Estrategia Europa 2020 (Europe 2020 strategy) aporte un crecimiento sostenible e inteligente. Esta es la conclusión del informe de competitividad de la Unión por la Innovación 2011(Innovation Union Competitiveness Report), que se ha hecho público el 9 de junio de 2011 en Bruselas. Europa necesita más inversiones y más «inteligentes» tanto en la investigación y el desarrollo del sector público como del privado ya que la I+D no solo impulsa el crecimiento a medio plazo sino que también ejerce un efecto contracíclico en tiempos de crisis. Se requiere más cooperación en la investigación dentro de la UE y a escala internacional, junto con un mejor aprovechamiento de los resultados de la investigación, entre otras cosas, mediante una regulación de la propiedad intelectual más estricta. Los sistemas de enseñanza tienen que adaptarse a las necesidades de innovación de las empresas. Las PYME innovadoras y de rápido crecimiento necesitan más estímulos. Es necesario un esfuerzo concertado para avanzar a partir del prometedor historial de Europa en el campo de la innovación, abordando retos mundiales como el cambio climático. Hay que superar la diferencia en el empleo que existe entre los sexos  en el campo de la ciencia y la investigación.
 
«Este informe subraya que el camino hacia la Unión por la Innovación es largo y difícil, y está plagado de obstáculos, pero confirma que la UE ha acordado las políticas adecuadas para llegar al final de este camino. Poner en práctica la Unión por la Innovación (Innovation Union) a nivel europeo y nacional es un imperativo económico, tan importante para el crecimiento sostenible como poner orden en las finanzas públicas,» ha afirmado al respecto Máire Geoghegan-Quinn, la Comisaria Europea responsable de Investigación, Innovación y Ciencia. 
 
El informe analiza los puntos fuertes y débiles de los sistemas nacionales de innovación e investigación y aporta una base empírica en la que deben basarse las opciones que se elijan para las políticas nacionales. El informe se basa en el «Cuadro europeo de indicadores de innovación» (Innovation Union Scoreboard) e incluye una ficha (factsheet) en la que se detalla el rendimiento de la innovación y la investigación en cada país.
 

 

Conclusiones fundamentales del informe
–       Europa necesita acelerar la inversión en investigación e innovación. La UE está avanzando lentamente hacia su objetivo de invertir el 3 % del PIB en investigación y desarrollo (2,01 % en 2009) pero la distancia respecto a nuestros principales competidores está aumentando de manera notable debido a una inversión en I+D empresarial más débil.  En 2008, el 24 % del gasto mundial total en I+D correspondió a la UE (29 % en 1995). En relación con el PIB, las empresas invierten dos veces más en Japón o en Corea del Sur que en Europa.
 
–       En tiempos de crisis económica, la inversión acumulada en investigación e innovación tiene un efecto contracíclico. Los países que han aumentado sus inversiones en investigación e innovación tienen mejores perspectivas de salir de la crisis. Diecisiete Estados miembros han sido capaces de mantener o aumentar sus presupuestos de I+D en 2009 y dieciséis en 2010.
 
–       Las inversiones en innovación tienen que ser «más inteligentes». Los países que más éxito han conseguido en la innovación han centrado sus inversiones en una estrategia de especialización inteligente que ha combinado las políticas del lado de la oferta (como ayudas públicas a la enseñanza superior, I+D empresarial, capital de riesgo e infraestructuras científicas y tecnológicas) con las del lado de la demanda (como contratación pública de productos innovadores, normalización basada en el rendimiento y reglamentación procompetitiva de los mercados de productos).
 
–       La formación de personal de alta cualificación tiene que corresponder a las necesidades de las empresas. Solo el 46 % de los investigadores de la UE trabajan en el sector empresarial (80 % en los Estados Unidos). Los Estados miembros deben adaptar sus sistemas de enseñanza para continuar aumentando el número de titulados, a la vez que aseguran una mejor correspondencia con las necesidades de las empresas.
 
–       La integración e internacionalización de la investigación aumentan el rendimiento de las inversiones. La internacionalización y la producción eficiente de excelencia científica se refuerzan mutuamente. Los flujos de conocimientos (es decir, flujos de estudiantes, copublicaciones y copatentes) dentro de Europa son un activo importante, que se reforzará a medida que se termine la construcción del Espacio Europeo de Investigación. Sin embargo, estos flujos se concentran en unos cuantos países de Europa Occidental.
 
–       Las condiciones marco deficientes dificultan que los conocimientos se transformen en productos y servicios comercializables. Europa está perdiendo terreno en la explotación de los resultados de la investigación. La UE es el primer productor de publicaciones científicas revisadas inter pares del mundo (29 % en 2009), pero el índice de crecimiento de solicitudes de patentes acogidas al Tratado de Cooperación en Materia de Patentes (PCT) en Japón y Corea del Sur es casi el doble del de la UE. La mitad de los Estados miembros no produce ninguna patente de alta tecnología de la Oficina Europea de Patentes (OEP). Hay que dar nuevos pasos para ofrecer una protección y una gestión de la propiedad intelectual más eficiente en cuanto a costes. En este proceso, será un inicio importante la patente de la UE que se está negociando actualmente.
 
–       Europa tiene un potencial importante de producir inventos tecnológicos que aborden retos sociales. En 2007, el 40 % de las patentes relacionadas con las tecnologías del cambio climático correspondían a la Unión Europea, lo cual muestra que la inversión en investigación y demostración en campos clave específicos, combinada con medidas de apoyo al desarrollo del mercado, puede generar nuevas tecnologías e innovaciones. Este es el espíritu que anima a las «cooperaciones de innovación europea» lanzadas por la Unión por la Innovación.
 
–       Necesitamos PYME más innovadores y con un crecimiento más rápido La UE necesita alcanzar a los Estados Unidos en la intensidad de la investigación de las industrias de alta tecnología y de tecnología medio-alta. En otras palabras, necesita un cambio estructural, tanto dentro de los sectores como entre sectores. Algunos países europeos, como Austria y Dinamarca, han conseguido este cambio estructural pasando a una economía mas intensiva en conocimientos. Muchos de estos países también se han recuperado mejor de la crisis económica. Todos ellos tienen una característica común que explica su éxito: PYME innovadoras y de crecimiento rápido que se benefician de la excelencia científica de la investigación pública y de unas condiciones marco favorables para trasladar conocimientos al mercado.

Fuente: Nota de prensa de la Comisión Europea