El Balanced Scorecard nació al principio de los noventa como un modelo de gestión “diferencial” y “equilibrado” como respuesta de los profesores Kaplan y Norton a las necesidades que el entorno de negocio planteaba:
  • El valor de las organizaciones se soportaba cada vez menos en los activos tangibles frente a los intangibles. En la economía actual los activos intangibles son los que dan la ventaja competitiva a las organizaciones.
  •  Los aspectos financieros a corto plazo, no garantizaban el éxito futuro.
  • La mayor parte de las estrategias tenían dificultades para ser implantadas eficazmente.
El Balanced Scorecard se define como un modelo de gestión que ayuda a las organizaciones a transformar la estrategia en objetivos operativos, que a su vez constituyen la guía para la obtención de resultados de negocio y de comportamientos estratégicos alineados a las personas claves de la organización.
A pesar del interés que ha despertado entre los directivos y mandos intermedios, hoy por hoy no nos encontramos con un nivel de implantación elevado.
El BSC o cuadro de mando integral traduce la estrategia y la misión de una organización en un conjunto de medidas de actuación, que proporcionan la estructura necesaria para un sistema de gestión y medición de la estrategia.
Según la experiencia de IMP consultores en la implantación de este tipo de modelos de gestión, las razones principales por las que las organizaciones no ejecutan la estrategia son las siguientes:
  •  El entendimiento: la mayor parte del personal no entiende la estrategia o entienden que ésta se limita a un conjunto de buenas intenciones sin más, soportados únicamente por el papel.
  • Sistema de Incentivos: Se hace necesario, y casi imprescindible, para el éxito del despliegue de la estrategia, unirlo al sistema de incentivos través de los indicadores claves.
  •  Gestión del tiempo de los directores: El día a día, de la mayoría de los directivos, impide muchas veces ver mucho más allá del corto plazo, lo que pone en peligro la continuidad de las organizaciones en el largo plazo. No se dedica tiempo a la estrategia.
En definitiva el BSC se puede definir como un modelo de gestión por resultados basado en la medición. En mi opinión, el BSC es una poderosa herramienta de control y seguimiento de la estrategia a corto y largo plazo, que ayuda a tomar decisiones en caso de no cumplir con los objetivos estratégicos marcados.
 
La semana que viene os contaremos cómo implantar el BSC y un caso de éxito.
José Manuel Silva Jiménez
Gerentes de proyectos en IMP Consultores
Fuentes:
1.       Kaplan y Norton, “Balanced Scorecard: Translating strategy into action”.1996
2.       Kaplan y Norton, “The Strategy Focused Organization”.2000
3.       Kaplan y Norton, “Strategy Maps”.1996