Os dejamos algunos ejemplos de cómo los directivos de grandes empresas del sector consumo están aumentando su competitividad gracias a la adopción de prácticas Lean.
 
Para muchas empresas, la búsqueda de oportunidades de crecimiento, que a primera vista pueden parecer ocultas, no siempre requiere una inversión significativa. Se trata más bien, de mirar sus productos/servicio con ojos nuevos para saber si sus consumidores están haciendo un uso distintos de los mismos.   Por ejemplo, en Procter & Gamble se dieron cuenta que la gente estaba usando un producto para el resfriado, NyQuil, que viene con una advertencia de que puede causar somnolencia, como ayuda para dormir. En respuesta, la compañía empezó a comercializar ZzzQuil, un producto que utiliza el mismo principio activo, sin necesidad de hacer un gran esfuerzo en I + D, además P & G ya tiene una importante red de distribución,  así que ha sido capaz de crear una nueva línea de crecimiento con una mínima inversión.
 
Reckitt Benckiser (RB) también ha tenido un gran éxito en el desarrollo de variaciones en sus productos. La empresa comenzó a  prestar especial a atención a la relación entre las necesidades de los consumidores y se dio cuenta que podría crear versiones de Nurofen, su popular medicamento para el alivio del dolor, dirigidas a enfermedades específicas, tales como migrañas, dolores musculares, y los resfriados, entre otros. El ingrediente básico-ibuprofeno-sigue siendo el mismo. Y como P & G, la compañía aprovecha su capacidad de distribución y comercialización para  vender cada una de las variantes como un valor añadido al Nurofen.
 
Adaptar los servicios/producto a las necesidades de los consumidores es la principal baza de las grandes empresas de consumo frente a las pequeñas empresas. Los consumidores más selectivos buscan marcas que se ajusten a sus propias necesidades  y con frecuencia recurren a los productos procedentes de fuentes locales.