En los últimos tiempos, y debido a la creciente necesidad de las empresas agroalimentarias de impulsar sus exportaciones, se ha asociado la implantación de los sistemas de gestión en estos sectores a las normas de seguridad alimentaria casi en exclusiva. Si bien estos sistemas tratan aspectos relacionados con la calidad, el cumplimiento de la legislación y la responsabilidad ambiental, dejan un poco al margen los aspectos relacionados con la prevención de riesgos laborales, a pesar de que en cierta manera, la incidencia en la salud de los trabajadores puede afectar a determinados aspectos de la inocuidad del producto.
La prevención de riesgos en estas empresas, además, se hace especialmente compleja al tratarse de industrias en las que a pesar de la industrialización de sus procesos, aún sigue siendo necesaria una alta ejecución de trabajos manuales, lo que implica riesgos de manipulación manual de carga, trabajos repetitivos, sobreesfuerzos posturales, etc. 
La combinación de normas de seguridad alimentarias con la implantación y certificación de sistemas de gestión de seguridad y salud laboral según el estándar OHSAS 18001, permite controlar las organizaciones de forma integral, garantizando por un lado, la inocuidad de los productos puestos en el mercado, con el desarrollo de un entorno laboral más seguro. Los beneficios que aportan en líneas generales un sistema de gestión de seguridad y salud laboral son los siguientes:
 
  • Identificar y evaluar los riesgos asociados al desarrollo de los trabajos llevados a cabo en la organización.
  • Identificar los accidentes e incidentes, incluso los potenciales, para evitar por un lado que vuelvan a repetirse, y por otro prevenir su aparición.
  • Sensibilizar al personal de la importancia de la prevención de riesgos laborales y enfermedades profesionales.
  • Establecer pautas generales de actuación en caso de situaciones de emergencia
  • Prevenir posibles sanciones asociadas al incumplimiento o incluso desconocimientos de los requisitos normativos que son de aplicación.
 
Mª Carmen Díaz Merino
Consultora Senior en IMP Consultores