El sistema SMED es un sistema de gestión de la producción ideado para acortar los tiempos de la preparación de máquinas, lo que permite hacer lotes más pequeños y eliminar stock. En definitiva se trata de una sistemática para ahorrar tiempo en los cambios de máquina.

Un ejemplo clásico es la Fórmula 1 ¿Qué pasaría si un piloto que va encabezando la carrera, para en su box para cambiar los neumáticos, y,  justo en ese momento, lo mecánicos no están, no encuentran las herramientas o cada rueda estuviera fijada al coche con cuatro tuercas imposibles de aflojar? ¡Sería un desastre! Aplicando el sistema SMED esto no pasaría.

Cuando se produce un cambio de utillaje (son las operaciones desde que se para la máquina para hacer el cambio de lote hasta que comienza a producir la primera unidad del producto siguiente), al igual que en nuestro ejemplo cuando un Fórmula 1 para en boxes, se realizan unas operaciones que incluyen tareas de preparación y ajuste que se realizan antes y después de procesar cada lote
.
Estas operaciones pueden ser de dos tipos:

  • Operaciones internas, que son aquellas que se tienen que hacer con la máquina parada.
  • Operaciones externas, son aquellas que hacen con lo máquina en marcha.

Aunque es difícil un porcentaje exacto de reducción de tiempos puesto que influyen numerosos factores, sí podemos aseverar que aplicando las fases SMED los tiempos en los cambios de máquina se reducen drásticamente.

Etapas SMED

  1. Observar: Esta es quizá la etapa más importante. En esta fase se llevará a cabo un análisis profundo de las operaciones que se realizan en el cambio.
  2. Separar: operaciones Interna y Externas: en esta etapa se determina qué operaciones se hacen con la máquina en marcha y cuáles con la máquina parada.
     

     

     

     
  3. Convertir: operaciones Internas a Externas: hay que ver ¿qué operaciones pueden hacerse con la máquina en marcha? Ya que todas las operaciones que puedan hacerse con la máquina en marcha acortarán el tiempo de cambio. Para convertir las operaciones internas en externas se tiene que modificar elementos técnicos, métodos de trabajo, redistribuciones de operaciones, sincronización de tareas, etc.
  4. Optimización: una vez que hemos pasado las operaciones internas a externas, el siguiente paso es distribuir adecuadamente la carga de trabajo para reducir más los tiempos de cambio.

Por último, una vez determinado el método es el momento de ponerlo en marcha.