En el mundo de la gestión medioambiental y el respeto al entorno, hoy en día, en pleno año 2018, ya no es suficiente con tener un sistema de gestión medioambiental. La ISO14001 nos garantiza que la empresa identifica los aspectos medioambientales, que los controlamos y que cumplimos con la reglamentación aplicable, pero no es suficiente. Estos sistemas no nos exigen disminuir de forma significativa el impacto de nuestras actividades en el medio ambiente y ahí está el problema. Hoy en día, por supuesto hay que tener un sistema de gestión medioambiental certificado, pero eso es una condición solo higiénica, para poder trabajar, pero ya no es una condición diferencias del resto de empresa, y además, no es suficiente para nuestro planeta.

Igualmente, el concepto lineal de productividad de producir más con los mínimos recursos, ya no es suficiente tampoco. Ya no hay materias primas asequibles y solo el reciclado de residuos y vertidos no es válido. Hay que buscar formas innovadoras de crear valor, pero sin afectar al medio ambiente.

¡El enfoque de vender más y más rápido ya no vale! Esto es la nueva innovación.

Gráfico 1 Economía Circular

La economía de escala va contra el medio ambiente y ya no nos lo podemos permitir si pretendemos que quede algo del planeta habitable para nuestros nietos.

¡Hay que ir más allá!

Hay que replantearse el modelo de negocio desde su concepto inicial, de forma que consigamos que nuestro impacto en el medio ambiente sea el menor posible, y esto es una decisión estratégica. Esto se parece mucho a cuando en los años 90 decíamos que ya no era suficiente con mejorar los procesos, sino que había que replanteárselos desde cero, de forma radical, que era lo que entendíamos por reingeniería de procesos.

Pues ahora toca una reingeniería medioambiental, y eso es lo que significa la economía circular. Necesitamos que la empresa se comporte con el entorno como si fuera un ser vivo (que no sea el ser humano, por supuesto), que sobrevive con los mínimos recursos e interfiere lo menos posible con el entorno.

La economía circular es un concepto que creemos realmente novedoso. Hay muchos ejemplos ya de modelos de negocio que no son el típico enfoque lineal de producir un producto, por ejemplo, y cuanto más se venda mejor. La economía circular nos introduce en el concepto de una economía donde desde la concepción del negocio y de su estrategia, hasta el final del ciclo de vida, el minimizar el impacto en el medio ambiente forma parte de la estrategia a seguir. Pero minimizar de verdad en sentido amplio. Es un modelo circular porque todo debe volver y no tirar nada, todo debe tener un ciclo de vuelta para segundo o tercer uso.

Gráfico 2 Economía Circular

La universidad TU Delft lo resume muy bien en su diagrama de mariposa.  Este diagrama representa el proceso de ciclos de vuelta atrás de una economía circular, y lo compara con el ciclo de la vida de un ser vivo.

En él podemos ver todos los ciclos que deben formar parte de un modelo de empresa de economía circular:

  1. Recolección de los productos y desechos.
  2. Mantenimiento y puesta de nuevo en servicio.
  3. Reutilización y redistribución.
  4. Renovación y re-fabricación.
  5. Reciclado
  6. Y vertidos y residuos minimizados.

Gráfico 3 Economía Circular

Frente a un enfoque lineal de la economía donde, simplificando, entran materias primas, y salen productos o servicios, el enfoque circular tiene muchas curvas que vuelven atrás, pero desde el concepto inicial del modelo de negocio:

  1. Los productos y servicios se diseñan para que duren lo máximo, para que sean ampliables y mantenibles el máximo de tiempo. Véase por ejemplo fairphone.com. Es un teléfono ampliable, resistente a las caídas, sin obsolescencia programada y asequible. El trauma de cualquier fabricante habitual pero la panacea para el usuario.
  2. Se potencia el enfoque de eliminar la propiedad al máximo. ¿Para qué tener un coche si lo uso muy pocas horas y lo puedo compartir, y además tener un modelo energéticamente eficiente y mantenido por el proveedor? Algo así como el renting del s. XXI, o los ya habituales car-sharing. El enfoque no es tener un coche, lo que sería orientarse al producto, sino al resultado, a la movilidad. Véase por ejemplo riversimple.com
  3. ¿Por qué comprar cosas nuevas si las puedo comprar de segunda mano, reprocesadas o reparadas? ¿Por qué esa obsesión consumista de tener cosas nuevas y reemplazar las cosas mucho antes de que dejen de funcionar? Ya se pasó de moda. Phillips Health por ejemplo repara sus equipos de radioterapia y aunque no sean de la última tecnología, se redistribuyen, funcionan perfectamente y se usan sin problema en un sector delicado como es la salud. Hay que pensar en cerrar el ciclo de nuestros productos mediante reprocesado, readaptación y redistribución.
  4. Reparar y mantener antes de tirar. Un ejemplo clásico, los zapateros que casi han desaparecido.
  5. Los conceptos clásicos de usar materias primas recicladas, que sean luego reciclables, por supuesto que son válidos, pero no suficientes. Ojo con el reciclado que muchas veces es peor el remedio que la enfermedad.
  6. Diseñar los productos pensando en qué se podrá hacer luego con sus componentes una vez finalice su ciclo de uso. Cómo podrán pasar a ser materias primas para otro proceso.
  7. Diseñar para minimizar el consumo de materias primas complicadas de conseguir, por ejemplo, el silicio.
  8. Por supuesto la cogeneración de energía, uso de fuentes de energía renovables y otros conceptos más clásicos de la gestión medioambiental.
  9. Y nuestro papel como consumidores es fundamental. Tenemos que cambiar el enfoque consumista por uno mucho más espartano y austero, que nos haga replantearnos cada decisión de compra pensando en el entorno.

Pero el concepto esencial es que hay que replantearse el modelo de negocio lineal tradicional; ya no vale, nos lleva irremediablemente al colapso.

En IMP Consultores promovemos la economía circular. La implantación de sistemas de gestión medioambiental y responsabilidad social que garanticen el cumplimiento de todos los requisitos ambientales y el compromiso social de la empresa, son el primer paso de la empresa hacia un compromiso global con el entorno.

 

Alberto Pascual, Socio de IMP Consultores

 

Gráficos: Curso Circular Economy: An introduction, de edX/TU Delft