Continuando con el artículo que publicamos la semana pasada sobre la nueva versión del estándar internacional BRC Food, hoy hacemos hincapié en las principales novedades que conlleva:

  • Compromiso equipo directivo: Se requieren evidencias sólidas y herramientas implantadas como, por ejemplo, herramientas de comunicación interna bidireccional.
  • APPCC: Identificación de peligros de fraude y contaminación intencionada. Se deberán evaluar con su propio sistema, no los utilizados para el APPCC.
  • Sistemas de gestión:
    • La documentación en soporte informático deberá estar convenientemente protegida.
    • Se definen mejor los criterios de auditoría para los proveedores de alto riesgo, los de bajo riesgo pasan a revisión trienal pero los cuestionarios deben ser revisados por personal con competencia técnica.
    • Revisión de etiquetado de materias primas.
    • Ya no es obligatoria la aprobación de las especificaciones por parte de los clientes, sólo se debe evidenciar comunicación.
    • Análisis de causas y análisis de tendencias tanto de las reclamaciones como de las no conformidades, con conclusiones y acciones correctivas en caso necesario.
    • En el apartado de emergencias, se añade la referencia a fallos informáticos.
    • Evaluación de food defense con revisión anual.
    • Se le da más importancia al control de cuerpos extraños y no sólo a los metálicos.
    • En mantenimiento, habrá que asignar un responsable para la validación del equipo antes de su puesta en marcha.
    • Control de vidrios. La norma incluye un nuevo requisito de formación específica y la correcta gestión del producto contaminado.
    • Se deberá introducir validación por el método de bioluminiscencia (ATP).
    • Gestión de alérgenos: Se intensifica el sistema de validación de ausencia y el control del etiquetado precautorio.
    • Será necesario tener un plan de vigilancia ambiental.
    • Control de plagas: Un nuevo punto específico en relación con la presencia de aves.
    • Envasado: Será necesario aportar formación específica al personal en relación al etiquetado y el envasado.
  • Control de producto
    • Las instrucciones de cocinado deberán garantizar la seguridad alimentaria.
    • Será necesaria la implantación de un plan de gestión de envases obsoletos.
  • Control de proceso
    • Los ajustes de los equipos de seguimiento de PCCs (detectores, autoclaves, etc.) deberán estar protegidos con contraseña o controlado el acceso físico a los mismos.
  • Zonificación
    • Se especifica como un punto independiente. En las zonas de alto riesgo habrá que prestar atención a la entrada y salida de equipos, también ordenadores portátiles y a la gestión de los residuos.

 

Desde IMP consultores os animamos a contactar con nosotros para cualquier proceso de adaptación o implantación de esta norma y así conseguir armonizar los estándares globales de seguridad alimentaria y legislativos existentes.

 

M. Carmen Díaz, Consultora Senior