Ya ha sido publicada esta semana la nueva versión de la norma ISO 22000 de seguridad alimentaria que regula y estandariza toda la cadena de suministro, desde agricultores y ganaderos,  a los procesadores y envasadores, transporte y punto de venta, y que especifica los requisitos que debe cumplir un sistema de gestión para asegurar la inocuidad de los alimentos. La norma también se extiende a los proveedores de productos no alimenticios (envases, equipos, etc.), y servicios auxiliares.

Novedades en la nueva ISO 22000:

  • Adopción de la estructura de alto nivel o High Level Structure (HLS): para posibilitar la alineación con el resto de normas ISO (9001, 14001, etc.), permitiendo su integración como un solo sistema de gestión.
  • Enfoque basado en riesgos: permite la gestión de los riesgos ligados a la cadena de suministros. Además, hace distinción entre riesgo a nivel operativo y comercial.
  • Vinculación con el Codex Alimentarius: alineación con los Principios Generales de Higiene de los Alimentos.
  • Mayor enfoque hacia las partes interesadas: especialmente las externas, ya que ha considerado sus necesidades para la creación de los requisitos.

Objetivos:

  • Reforzar la seguridad alimentaria.
  • Fomentar la cooperación entre todas las partes involucradas en la cadena alimentaria, los gobiernos nacionales y organismos transnacionales.
  • Asegurar la protección del consumidor y fortalecer su confianza.
  • Mejorar el rendimiento de los costes a lo largo de la cadena de suministro alimentaria.

Beneficios:

  • Facilita el cumplimiento de la legislación de aplicación.
  • Integra los principios del APPCC en un sistema de gestión de la organización compatible con estándares ISO.
  • Se basa en el ciclo de mejora continua PDCA (Planificar, Hacer, Comprobar, Actuar).
  • Proporciona una comunicación organizada y eficaz, con todas las partes interesadas.
  • Proporciona confianza a los consumidores.
  • Mejora la documentación.
  • Permite un control más eficiente y dinámico de los riesgos para la seguridad alimentaria.
  • Favorece la gestión sistemática de los requisitos previos.

Sin duda una buena elección para empresas del sector agroalimentario que no están directamente ligadas a los procesos productivos (empresas logísticas, fabricantes de envases, equipos y consumibles, empresas de servicios, etc.) y para pequeñas y medianas empresas fabricantes de productos alimenticios como certificación inicial, ya que resulta más accesible su implantación y certificación que otros protocolos agroalimentarios.

 

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