Las nuevas tecnologías digitales han llegado para quedarse y hoy en día suponen un motor de transformación social y económica, convirtiéndose en una herramienta para alcanzar y mantener la competitividad, que impacta tanto a las Administraciones Públicas como a las empresas y los ciudadanos.

Según el último informe de la CEOE Plan Digital 2025. La digitalización de la sociedad española: “En la última década, han desaparecido, a nivel mundial, el 50% de las grandes empresas, y su vida media se ha reducido en los últimos 50 años, de 60 a 20 años. No es fácil conseguir longevidad. En el caso de las pymes o de los emprendedores, estos datos se agudizan mucho más”.

La transformación digital es una necesidad para aquellas empresas que quieran ser productivas. “La digitalización abre nuevas posibilidades al necesario crecimiento y permite la evolución de los modelos de negocio tradicionales, así como la aparición de nuevos modelos alternativos”, como indica el documento. Además, esta transformación digital influye en los niveles de bienestar y desarrollo, así como en la innovación.

Algunas cifras:

  • Se ha evaluado que las nuevas tecnologías (GPT) son responsables del 50% del aumento de la productividad general de la economía (20% directamente generado por el propio sector y 30% inducido en otros sectores).
  • La digitalización ha contribuido a una quinta parte del crecimiento en las dos últimas décadas. Su mejora continuaría teniendo efectos similares.
  • Se estima que un 65% de los estudiantes que entra ahora en educación primaria trabajará en actividades que todavía no han sido identificadas.
  • Se espera que, en los próximos 20 años, el Internet industrial aporte a la economía 15 nuevos trillones de dólares, lo que representa una mejora del 20% del PIB/cápita o el tamaño aproximado de la economía americana hoy en día.

Para ser un país competitivo y a la vanguardia, la CEOE propone en su Plan 2025 un objetivo para que España se sume al conjunto de países europeos que lideran la digitalización, debiendo acelerar este proceso para intentar situarse entre los 20 primeros puestos del índice NRI 1 (Networked Readiness Index) y entre los 7 primeros puestos del DESI2 (Digital Economy and Society Index). Alcanzar este objetivo de digitalización en el año 2025 implicaría que el PIB de ese año sería un 3,2% mayor y que se crearían 250.000 empleos adicionales.

No se trata sólo de abrazar las nuevas tecnologías proactivamente, además es imprescindible afrontar el cambio cultural que implica la digitalización para poder diferenciarse y así competir con éxito. La competitividad, entendida como la diferenciación que el cliente otorga a la empresa por su valor añadido en algún factor (gama, servicio, coste, plazo de entrega, etc.) es impulsada por la digitalización. En concreto, las empresas deben adoptar la digitalización como parte del diseño, de la producción de sus productos y servicios y de los procesos de ventas de los mismos.

Las tecnologías digitales ofrecen nuevas oportunidades de mejora en los procesos productivos, aumentan la productividad, la eficiencia energética, la eficiencia en el uso de los recursos y la eficiencia de costes, contribuyendo, al mismo tiempo, a mejorar la competitividad de las empresas, lo que redunda en un incremento de la calidad de servicio, del bienestar para los empleados y de una mejora en la rentabilidad de la empresa.

En IMP Consultores llevamos trabajando 25 años en proyectos de mejora de productividad y competitividad en los sectores industriales, servicios y organismos públicos. Ayudamos a nuestros clientes a ser más eficientes y mejorar su rentabilidad con herramientas altamente cualificadas y apoyadas en gestión y tecnologías digitales.

 

Emilio Gómez, Socio-Director de IMP Consultores

 

*Fuente: Plan 2025. La digitalización de la sociedad española – CEOE